domingo, 27 de enero de 2013

Si no lo "experimento", no lo creo.

Aunque un poco tarde, lo siento, como dice el refrán más vale tarde que nunca. Antes de nada, "deciros" que me ha gustado mucho leer vuestros comentarios no solamente para orientarme en el mío, sino para conocer otras experiencias a través de las vuestras.

Por mi parte puedo añadir que estoy aprendiendo muchísimo de la profesora con la que me ha tocado, es una profesional como una catedral y el grupo al que imparte la mayor parte de sus clases es muy variopinto. En toda esta vorágine me encuentro yo, cogiendo todo lo que me es posible, admitiendo que todo es imposible. En mi clase hay dos niños con necesidades educativas especiales y otros dos con necesidades educativas específicas. Mi tutora externa me pidió, además de hacer observación participante, "echarle un vistazo" a estos cuatro alumnos con los que estoy disfrutando aquéllo por lo que un día decidí hacer "Magisterio".

 He de admitir que estoy encantada porque me están enseñando un montón de cosas, ser profesor/a es más, mucho más difícil de lo que me pensaba. Hasta mi expresión corporal está en punto de mira, no puedo descuidar mi peinado (un poco desastroso...), mis expresiones, mi forma de hablar y de vocalizar... ¡tengo que decir las eses! Y yo que soy murcianica de pura cepa, no os podéis ni imaginar lo que me cuesta y, cuando lo consigo, lo postizas que me quedan. Tiempo al tiempo. Por mi parte no hay rendición, seguiré esforzándome. Ni qué decir de la adaptación de los aprendizajes: es lo peor a mi modo de ver. Saber explicar es una cosa, pero saber explicar lo mismo de mil formas distintas y con mil métodos... es otra muy diferente.

Si a todo esto le sumamos que no solamente somos formadores sino educadores... este viernes he llegado a casa molida. Y con razón. Creo que es un trabajo muy completo, con razón quien es maestro llega hecho una flor a la vejez: otros también quisieran disfrutar de este ejercicio diario. Mamma mia! Mi tutora, imparte su clase en toda Primaria, por lo que me estoy beneficiando de una visión completísima de lo que ello conlleva: adaptación, adaptación, adaptación. 

No me gustaría despedirme sin antes agradecerle esta estancia que se está haciendo tan especial, a mis compañeros de la carrera que ahora me "leen" y a nuestros compañeros los "profes del cole", porque gracias a ellos nuestro aprendizaje se está haciendo de lo más provechoso. 

¡Hasta pronto!


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