miércoles, 6 de febrero de 2013

Experiencia increible


Como ya comenté en la última entrada que escribí, todo en la vida va por etapas y esta ya ha finalizado.

Ha sido increíble experimentar la profesión docente desde el lado de la pizarra y no desde una mesa como alumna. Es todo tan diferente… En este caso eres tú la persona que los guía y los enseña y eres tú el que se convierte en un ejemplo a seguir para y ellos. Y eso es inexplicable: la sensación cuando un alumno te felicita por tu buen trabajo, por tu creatividad con ellos o la buena relación que mantienes con todos. Ellos no son conscientes de lo gratificante que es esta profesión pero para mí, ver la cara de esos 25 alumnos cada mañana se convirtió en mi mayor aliciente durante todo un mes. Además, también me he podido dar cuenta de que no es un trabajo fácil de llevar a cabo debido a la diversidad del alumnado, pero ahora que ha pasado un mes y miro hacia atrás sé que ha merecido la pena.

Ahora tengo fuerzas para seguir estudiando y he encontrado mi verdadera vocación y mi aliciente para convertirme en una buena futura maestra. Ahora todo lo que deseo es que llegue el curso que viene y el mes de febrero para poder volver al colegio y entrar otra vez en el campo de batalla que es donde de verdad aprendemos y lo llevamos todo a la práctica.
¡Nunca olvidaré a estos niños ni a esta experiencia ni todo lo aprendido!

Natalia.

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