domingo, 2 de febrero de 2014

EL FIN DEL COMIENZO



¡Hola de nuevo! Soy Elena Ruiz, por desgracia este viernes se han terminado las prácticas, ¡El mes ha pasado volando!, pero es increíble pensar en todas las experiencias, sensaciones y aprendizajes que se pueden vivir en tan solo cuatro semanas. 

Son tantas las cosas que podría contar que me cuesta saber por dónde empezar, pero creo que comenzaré hablando de mis niños de 5ºA. Son una clase estupenda, trabajadora, cariñosa, que conserva la bendita inocencia y con la que da gusto trabajar. Gracias a su motivación e interés he podido realizar diversas actividades con ellos: les he explicado varios apartados como los porcentajes, el párrafo, el diario, la poesía o los tipos de rima, hemos hecho lecturas, han creado estupendas poesías, he jugado en esos importantes y tan problemáticos partidos de  fútbol de los recreos, incluso hice una carrera con ellos en la que salí un poco accidentada, pero tranquilos nada grave, me quedará una cicatriz que hará que sea totalmente imposible olvidarlos. Ahora bien, esa cicatriz no es comparable a la marca que ellos han dejado en mi alma.

Pero no nos detengamos en 5ºA, he tenido la suerte y la enriquecedora oportunidad de trabajar en los tres ciclos, ya que mi tutora da apoyo de lectura en 1ºA y apoyo de lengua y matemáticas en 4ºC. En ambas clases he disfrutado con los niños, los de 1º progresaban en la lectura y eran realmente adorables. La clase de 4º es bastante buena, aunque algunos alumnos tenían más dificultades que otros, se mostraban trabajadores en el aula y dispuestos a aprender.

Por otro lado, he podido participar en  tres importantes actividades. La primera consiste en la realización de un cine, el colegio elige todos los años un tema y este curso tocaba el tema del cine. Prácticamente todo el centro se ha volcado en el proyecto y los alumnos de prácticas también. A nosotros nos tocó ayudar algunas tardes a montar la sala; la verdad es que ha quedado estupenda, con su taquilla, su puesto de palomitas, sus carteles…No importan las horas dedicadas, ¡Lo pasamos de cine! El viernes los niños empezaron a ver las primeras películas, fueron muy ilusionados con sus entradas (pagadas con dinero de mentira) y sus pequeños vasitos con palomitas. Ellos mismos hacían de acomodadores y de vendedores de entradas y palomitas, así la actividad fue educativa.

En segundo lugar, tuve la suerte de ir al parque de tráfico, esa excursión que todo el mundo recuerda como “Los cars”,  es cierto que es de lo más divertido (los maestros también nos montamos), pero esta actividad va más allá. Los alumnos aprendieron a montar por un circuito respetando las señales de tráfico y entendieron la importancia de manejar un vehículo como la bicicleta o de ser un peatón. En definitiva, fueron dos sesiones en las que a través de un test, un vídeo, una explicación y un circuito los niños aprendieron aspectos básicos de educación vial.

La tercera y última gran actividad fue “El día de la Paz”, un día importante en todos los colegios, pero llamándose el nuestro “Ciudad la Paz” lo vivimos de una manera un poco más especial. Preparamos una carrera solidaria en la que todos los niños tenían que aportar algún alimento, objeto de higiene o material escolar con fines caritativos para poder participar en la competición. La actividad que se celebró en el parque fue un éxito, los maestros de prácticas nos situamos en distintos puntos y acudieron varios padres a animar a sus hijos. Los recorridos estaban adaptados por cursos, teníamos música de fondo y hasta premios para los tres primeros de cada ciclo. Dichos premios consistían en un Goya, haciendo alusión otra vez al cine. Finalizada la carrera, unos minutos más tarde, realizamos un baile con coreografía, cuya música era el famoso tema “Hay un amigo en mí” de la película Toy Story, también disfrutamos mucho. Después se hizo la entrega de premios de la competición y finalmente se puso música para que todos bailásemos como quisiéramos, se hicieron las famosas congas, corros, el momento Paquito el Chocolarero… Me gustaría destacar que en el momento del baile pasó por nuestro colegio una paloma blanca, fue bastante emotivo.


Para terminar quería volver a mi clase, a mis niños de 5ºA. El viernes me despedí de ellos,  les mostré una presentación con fotos  que nos habíamos ido haciendo durante el mes y palabras de agradecimiento a ellos y a mi tutora. Acabé con una poesía que les escribí en las que aparecía cada uno de los niños, fue un día de emociones, risas y llantos. El hecho de volver al colegio donde estudié como maestra de prácticas es conmovedor, he visto la misma realidad pero desde una perspectiva totalmente diferente en la que he podido  valorar todo el trabajo que hay detrás de cada maestro. Ahora toca volver a la universidad, ya que aún me queda mucho por aprender y mejorar. Lo que he sacado en claro es que realmente deseo ser maestra, ya lo sentía así, pero tras las prácticas lo creo aún más. No debo estar triste por haber terminado, pues esto solo es el fin del comienzo, el camino no ha hecho más que comenzar.  

                                                                                                              Elena Ruiz

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