
Durante los 10 primeros minutos de conocer a mi tutora, esta me dijo que no le llamara de usted, que entendía que teníamos que ser correctos y que había presentado buena educación pero que a ella le gustaba ser más cercana, que por supuesto le llamara Censi en vez de Ascensión. A continuación, me estuvo explicando que era la orientadora del centro pero que además era PT, esto me llamó la atención, lo que no sabía es que me iba a gustar tanto como me gusta ahora.
Todos los días Censi tiene unas horas de PT donde 2 o 3 niñ@s vienen a su despacho y realizan diferentes actividades. Antes de que vengan, Censi me explica las dificultades que presentan y cuando aparecen les ayudo a que entiendan las actividades y las logren hacer bien. Todos los niños que estoy conociendo son un encanto, desde el primer día me llaman ‘’seño’’ y hay una niña en especial que siempre quiere que sea yo quien le ayude con los deberes.
Por otro lado, todo tiene su lado bueno y su lado malo, Censi me comenta los casos que se han dado en el centro y la situación de algunos de los niños que presentan dificultades, e incluso ella reconoce que a veces se ha venido abajo. Su trabajo es muy bonito y a la vez complicado, pero cuando vamos a alguna clase o estamos en el recreo y veo como todos los niños la saludan y quieren hablar con ella, me doy cuenta de lo muchísimo que la quieren por como los escucha y los trata, que por muy mala que sea alguna situación, hay otras que hacen que valga la pena.
María López Sánchez. Alumna en prácticas Pedagogía I
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